Antonio Palomo Anaya
   
   
(Coín, 1865 - 1941)
   
         
   

Hoy 11 de abril se cumple el 155 aniversario de su nacimiento y con ánimo de celebrarlo hemos organizado algunas actividades culturales a fin de ampliar el conocimiento de la vida, obra, legado y relación con su ciudad natal de este Maestro de la mejor pintura malagueña del siglo XIX, como es don Antonio Palomo Anaya.

Una de las actividades programadas es la presentación de un nuevo trabajo de investigación histórica en formato libro digital, con la monografía ampliada y actualizada realizada por José Manuel García Agüera sobre el célebre pintor coineño, que incluye abundante información estudiada, reproducciones de sus cuadros, documentos, fotografías e imágenes recopiladas, inéditas y desconocidas hasta ahora.

Una necesaria y cuidada edición conmemorativa en recuerdo y homenaje del ilustre coineño, de acceso libre y gratuito para todo el mundo interesado en el arte y la cultura de esta tierra y sus gentes, que presentaremos por internet desde esta casa y a través de la web, email, redes, etc., el próximo 23 de abril de 2020 dentro de los actos de la fundación con motivo de El Día del Libro.

   
         
         
 
 
   

A continuación, y felicitándonos por la efemérides, adelantamos del mismo autor una breve crónica con el apartado que se incluye en el libro donde recordamos la interesante historia del cuadro más famoso e importante de su carrera, desgraciadamente desparecido.

   
         
         
   

   
         
         
         
   
La Muerte de la Virgen de Antonio Palomo Anaya
   
         
   

En la monografía que sobre el célebre pintor coineño don Antonio Palomo Anaya publiqué en mi libro 'Crónicas de Coín. Memoria fotográfica (1900-1962)', en el año 2000, incluía una reproducción de su cuadro más importante, 'La muerte de la Virgen', o como también es conocido: 'El trance de la Virgen' o 'El tránsito de la Virgen'. Una reproducción que indicaba correspondía a un recorte de 'prensa de la época'. Hasta entonces la única imagen que conocía de ese impresionante óleo. Sin embargo, aquella estampa, aunque tenía el valor de la publicación por primera vez para conocimiento de sus paisanos de la famosa obra, adolecía de la calidad suficiente para poder apreciar la magnitud del cuadro y la envergadura artística de nuestro pintor.

Una obra que, en el ángulo inferior derecho, firma don Antonio en 'Coín (Málaga)' y fecha de 1894. Un óleo sobre tela pensado y elaborado expresamente para ser presentado en la Exposición de Bellas Artes de Madrid del año siguiente y en la que obtuvo merecidamente la Segunda Medalla, arrebatándole la Primera don Joaquín Sorolla con su trabajo 'Aún dicen que el pescado es caro'. Un premio que supuso para la carrera de nuestro pintor un rotundo éxito y que lo consagraba definitivamente al cumplir los 30 años.

Por la grandiosa obra, de 2,95 x 4,95 m., se interesó especialmente la Reina Regente doña María Cristina y fue adquirida por el Estado Español en la cantidad de 3.000 pesetas, según comunicación de la Sección de Bellas Artes del Ministerio de Instrucción Pública. El lienzo pasó al Museo de Arte Moderno de la capital de España y, a primeros de siglo, fue cedido al Palacio de Justicia de Barcelona. Hoy desaparecida, se cree que fue destruida como obra religiosa en la guerra civil española de 1936.

Al investigar sobre el paradero actual del cuadro, obtuve respuesta de la Dirección del Museo Nacional d'Art de Catalunya, de fecha 4 de julio de 1997, en la que "consta que dicha obra no figura en los inventarios de patrimonio recientes del Archivo Histórico del Palacio de Justicia de Barcelona, así como tampoco se halla depositada en el Museu d´Art Modern de Barcelona". Ni tampoco en museo alguno de la Comunidad de Madrid.

Recientemente, mi buen amigo don Fernando Palomo, familia del pintor, me envió y he añadido al archivo de nuestra fundación una espléndida fotografía, obviamente en blanco y negro, del cuadro original antes de su desaparición, y cuando todavía estaba expuesto en el Museo de Arte Moderno de Madrid. Fotografía que nos permite hoy, ayudados de las Nuevas Tecnologías e Internet, compartirla con todos y poder apreciar, ahora sí, la pintura en su casi total plenitud, confirmándose, una vez más, el oficio y maestría de don Antonio Palomo como el gran pintor de su época que fue.

Este cuadro y la medalla obtenida hicieron que el pintor fuese requerido por innumerables particulares e instituciones para realizar encargos, conformando con ellos su particular y relevante obra en el contexto de la pintura española y malagueña del siglo XIX, dotando a su creación de una solidez tal que el tiempo ya no restará nunca.

Sobre esta obra maestra, el 7 de marzo de 1904 y desde Coín, el artista escribió estas letras a su hermano don José, quien residía en Madrid:

"Todas las reglas, leyes y preceptos pictóricos para un gran cuadro los he tenido presente; todas las libertades, atrevimientos y descuidos intencionados igualmente los he tenido presente; todas las reglas y leyes que fijan las matemáticas, el simbolismo, el ritual religioso, la condición especial de cada apóstol, las dignidades de la Madre de Dios, el amor de sus amigos, y la hora las 5 de la tarde del 15 de Agosto."

Día en que su pueblo natal celebra la festividad de la Patrona, la Virgen de la Fuensanta, de la que era don Antonio Palomo un ferviente devoto.

   
   
Coín, Viernes Santo de 2013
   
         
         
 
 
   

Haciendo clic sobre la imagen de arriba que reproduce la imponente obra, se abre una nueva pantalla donde puede admirarla a mayor tamaño y óptima resolución, hacer zoom sobre ella, desplazarse en todas direcciones por la misma, y descubrir detalles hasta ahora desconocidos... sin moverte de casa, en estos días duros de confinamiento.

   
       
   

   
     
     
     

             
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