A los pocos días del funeral de Annette subimos al molino de Pereila y conocimos el lugar donde están depositadas sus cenizas, donde ella quería estar para siempre, en la belleza de su mundo, en su entorno y en su sitio.

Luego, ya sentados en el 'paraiso ameno' de aquel rancho coineño, su hija Anne-Catherine le contaba a Maripepa, que cuando de noche llegaron allí por primera vez con ellas, una piedra se había despeñado desde un bancal cercano y fue a parar a esa parte de la huerta, a la vera del río. A la mañana siguiente ella ─le siguió contando─ estuvo pendiente del punto donde señalara el primer rayo de Sol al nacer el día. Y en ese punto luminoso y exacto, bajo la protección de aquella piedra que fue en su busca y siempre con flores, descansa.

Aquella tarde yo tomé esta fotografía del lugar y, por la noche sin esperarlo, Michael Truman me envió desde la inglesa Stratford el espléndido retrato que le hizo a la querida amiga, y ambas las comparto aquí, al cumplirse hoy el primer aniversario de su fallecimiento.

 
     
 
    José Manuel García Agüera
Coín, 5 de Abril de 2015
 
         
         
     
     
     
     
 
      LÁMINA CONMEMORATIVA _ En recuerdo y memoria de la gran artista y de esta fecha hemos realizado ─con la complicidad de sus hijos Anne-Catherine, Sylvie y Vincent─ una cuidada edición no venal de esta lámina que reproduce su obra Plato, naranjas, aguacate y libélula, para regalo a amigos y amigas.  
         
     
 
       
         
         

 
 
         
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